martes, 18 de mayo de 2021

Menstruación

Como forma de visibilizar la menstruación nos sumamos a las propuestas de #MayoRojo para compartir propuestas que generen políticas públicas en favor de la salud menstrual.
La Menstruación es uno de los temas universalmente silenciados y estigmatizados. Siglos y siglos de imaginarios, silencios y mandatos son difíciles de revertir. Muchas mujeres aprenden sobre su cuerpo a base de prueba y error, con etapas muy dolorosas y padeciendo la mirada inquisidora de una sociedad que se niega a abordar el tema como lo que es, una cuestión de salud pública. Queremos compartir el trabajo de Sara Alperovich, quién viene de una gestión al frente de la Dirección de la Juventud en Tucumán. Desde ahí supo aprehender los reclamos que generación tras generación vienen sonando sin respuestas desde las políticas públicas. Las jóvenes en el interior de la provincia y en la capital, en cada encuentro participativo, pudieron poner sobre la mesa la cuestión de la menstruación y la necesidad de un Estado presente. Una temática que atraviesa todas las vidas, y cuyo abordaje es vital para pensar una salud efectiva en las mujeres y diversidades. Pero esta realidad no es nueva, ¿por qué aún no había respuestas? 
Tratar de explicarlo puede llevarnos a una extensión aún mayor, que no se pone a trabajar con las realidades en cuestión… la hegemonía de los varones en los recintos legislativos, el pudor y a veces la negativa priorizando lo confesional a la hora de avanzar en respuestas para todo lo que implique derechos sexuales y reproductivos, y muchas muchas justificaciones más. 
En dónde la solicitud de presupuesto para "temas de mujeres" pareciera privilegiar a un grupo en particular. En un giro que muestra el cambio que hay en la política, cuando las mujeres impulsan la paridad en el ámbito de representación política, da lugar a puntos de inflexión. Y un buen día, nos encontramos con representantes políticas que como la legisladora Sara Alperovich, con el apoyo del movimiento de mujeres y diversidades, presentó un proyecto de ley para que el Estado acompañe a las personas menstruantes, y este proyecto fue venciendo diferentes trabas e impedimentos hasta lograr Dictamen de Comisión.
¿En qué consiste este proyecto? 
El proyecto visibiliza una realidad que viven miles de mujeres y resinas menstruantes, día a día en nuestro país. La menstruación sigue siendo un tema tabú, pero existe y ocurre, todos los meses durante casi una semana varios años de la vida de personas, requiriendo dispositivos de higiene menstrual. De por sí, influye en aspectos psicológicos y físicos, a lo cual hay que sumarle la falta de accesibilidad si no se cuenta con los recursos económicos, el malestar producto de desconocer y no recibir información sobre la diversidad de dispositivos existentes. Y en una provincia sin ESI la información se busca en donde se puede y se obtiene de donde sea y no siempre repercute positivamente en cada cuerpo. En general, sabemos que influye de forma negativa en la gestión de salud de cada persona. En los casos más extremos hasta una disforia menstrual que provoca incapacidad y baja calidad de vida.
Algo tan natural como la menstruación termina siendo un tema de voz baja o silencio para quienes lo transitan. Más aún para quienes no tienen los medios para acceder a los elementos de higiene para el periodo. Los costos de estos elementos suelen ser altos, la oferta no siempre es acorde a la demanda y los precios no contemplan a quienes menos tienen. Y es aquí donde debemos recordar que menstruar no es una elección, es algo que por naturaleza las mujeres están obligadas a vivir y por ende a conseguir los elementos de higiene para ese periodo. Pero qué pasa cuando no puede adquirir los productos? ¿Cómo calman los dolores, malestar?
Esta cruda realidad las expone a sufrir infecciones, enfermedades dermatológicas, problemas en el embarazo, anemia y consecuencias más graves aún. Se puede evitar, se puede promover una sociedad que acompaña a nuestras mujeres y disidencias durante este periodo de sus vidas y brindarles información, recursos, básicamente un estado de bienestar.
El jueves 4 de diciembre fue un día histórico en cuanto legislación en Salud Pública, Tucumán se convirtió en la primera provincia del país en tener una Ley de Gestión Menstrual, lo cual le permite el acceso a personas menstruantes vulnerabilizadas a los elementos básicos y que consideren necesarios para ese período menstruante (toallitas, tampones, protectores, analgésicos, etc). Escocia dio un paso a nivel mundial, Tucumán dio el puntapié en nuestro país.

Esta ley no es sólo acercar elementos de higiene menstrual a mujeres y diversidad, es una ley de Salud Pública, es una ley que cuida, que previene y que atiende una problemática de la cual el Estado a partir de ahora va a ocuparse. El impacto de esta política pública, no es solo en las mujeres menstruantes y diversidad, es también en sus entornos, en su futuro deseen o no, concebir y gestar. Es construir una sociedad más igualitaria, más equitativa, una sociedad que construya un futuro pensando en el bienestar.


Obra: Cecilia Vicuña "Quipus Menstruación"
banner
Previous Post
Next Post

0 comentarios: